Anorexia: tipos, causas y consecuencias

Se acepta que la anorexia es un trastorno debido a múltiples factores en el cual intervienen factores predisponentes, factores precipitantes o desencadenantes y factores perpetuadores

Foto picstopin.com

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Factores causantes de la anorexia

Factores predisponentes o de riesgo. Estos factores, a su vez, incluyen factores individuales, familiares y sociales.

Factores individuales

Se trata de factores genéticos, biológicos y de personalidad.

Podría existir un componente genético, ya que la anorexia es más frecuente en hermanas de anoréxicas. Afecta más al sexo femenino.

Los hallazgos biológicos se fundamentan en alteraciones hormonales y en la implicación de unas sustancias llamadas neurotransmisores (como es la serotonina) que actúan en la regulación del apetito.

La personalidad suele ser del tipo obsesivo-compulsivo e histriónico. Son autoexigentes y perfeccionistas en extremo, tanto que nunca alcanzan los niveles que se imponen, con lo que su autoestima disminuye y su tendencia depresiva se incrementa.

Factores familiares

El carácter de sobreprotección, el alto nivel de aspiraciones, la rigidez, la prolongada duración de los conflictos, etc., favorecen el desarrollo de la anorexia.

Estas alteraciones en la dinámica de las relaciones familiares, una vez establecida la enfermedad, constituyen también un factor perpetuador.

Factores sociales y culturales. Junto con los psicológicos, serán decisivos en el desarrollo de la enfermedad. El aumento del número de casos es debido, en gran parte, a que en nuestra cultura se insiste mucho en la importancia de seguir una dieta «sana», entendiendo como tal una dieta baja en calorías, pobre en grasas y azúcares y sin condimentos. Por otra parte, la imagen corporal y la delgadez son sobrevaloradas. En nuestro medio, estar delgado y tener una figura estilizada se consideran valores personales muy positivos.

Todos estos estereotipos, que se difunden sobre todo a través de la publicidad con consignas como «cuerpos perfectos», «dietas milagrosas para adelgazar», «figura ideal», etc., influyen de tal manera en las adolescentes que ellas intentan emular el canon de belleza.

Otro factor de riesgo es la práctica de determinados deportes (ballet, gimnasia, etc.) o de profesiones (modelos, actrices de cine) que exigen tener un peso bajo.

Factores precipitantes o desencadenantes

Los factores precipitantes representan una amenaza para el autocontrol, la autoestima o el equilibrio: – El inicio de una dieta restrictiva es el principal factor desencadenante.

– Los cambios corporales propios de la pubertad y la adolescencia, en especial el rápido incremento de peso o las críticas recibidas respecto a la imagen física.

– Acontecimientos vitales importantes, como un traumatismo que haya desfigurado el aspecto físico, rupturas conyugales de los padres, fallecimiento de alguno de ellos, etc.

Factores perpetuadores

Junto con los factores individuales no resueltos y, naturalmente, con la presión sociocultural existente, el principal factor perpetuante lo constituye la presencia de alteraciones psicopatológicas (consecuencia de la desnutrición continuada).

También favorece la perpetuidad el hecho de que la propia enfermedad sirva para mantener un aparente equilibrio familiar.

Tipos de anorexia nerviosa

Existen dos tipos diferentes de anorexia nerviosa:

Tipo restrictivo o típico

La pérdida de peso se produce a través de la dieta, el ayuno o el ejercicio excesivo.

Tipo compulsivo/purgativo

Durante el episodio de anorexia nerviosa, la persona enferma recurre con regularidad a los atracones y luego, para compensar el posible aumento de peso, se provoca el vómito o abusa de laxantes, diuréticos o enemas. En este grupo se incluyen también los pacientes que se provocan el vómito aunque sólo hayan ingerido pequeñas cantidades de alimento.

Consecuencias

Las consecuencias son debidas a la propia delgadez y a las acciones realizadas para conseguir la pérdida de peso. Las manifestaciones secundarias a la delgadez se resuelven cuando el peso aumenta.

Si la restricción alimentaria se inicia antes de la pubertad, la afectación física es mayor debido a que la falta de ingesta provoca pérdida de peso y detención del crecimiento; una vez pasada la pubertad, aunque se coma bien, ya no se crece porque los huesos largos han quedado soldados. Con la pérdida de peso también se pierde la capa de grasa que se halla situada debajo de la piel, aumentando así la sensibilidad a la temperatura ambiental.

Las manos y los pies están fríos, la piel seca y el pelo sin brillo y quebradizo, al igual que las uñas. Suele aparecer un vello fino y largo como una pelusa, llamado lanugo, en zonas donde normalmente no hay vello (espalda, brazos, mejillas). También se aprecian alteraciones en la pigmentación, protuberancias óseas y el vientre hundido.

Otras posibles complicaciones son las siguientes:

  • Alteraciones cardiovasculares. Las pulsaciones cardíacas disminuyen y la presión arterial baja; esto a veces produce mareos y arritmias (alteraciones del ritmo cardíaco) que pueden causar un paro cardíaco y, como consecuencia, la muerte.
  • La circulación sanguínea de la periferia del cuerpo disminuida favorece que brazos y piernas estén fríos y azulados.
  • Alteraciones gastrointestinales. Náuseas, vómitos, diarreas debidas al abuso de laxantes, estreñimiento, sensación de saciedad precoz a causa de digestiones lentas y dolores abdominales son las alteraciones habituales.
  • Alteraciones sanguíneas. Anemia debida a la falta de hierro y de ácido fólico en la alimentación.
  • Alteraciones hormonales. Muchas son secundarias a la delgadez y se recuperan cuando el peso aumenta. La alteración en la secreción de las hormonas ováricas y el bajo peso provocan la pérdida de la menstruación.
  • Alteraciones óseas. Los huesos se debilitan porque la masa ósea disminuye, pudiéndose fracturar con facilidad. Si el inicio de la restricción alimentaria ocurre antes de la pubertad, dará lugar a personas de baja estatura.
  • Alteraciones renales. Deshidratación.
  • Alteraciones psíquicas. Muchos pacientes sufren trastornos afectivos, ansiedad y síntomas obsesivo-compulsivos. Los rasgos obsesivos suelen ser muy intensos y hallarse centrados en el tema alimentario. En ocasiones, los fuertes sentimientos de culpa y desesperación cuando no consiguen controlar el peso les provocan ideas, e incluso intentos, de suicidio. El sueño disminuye en calidad, cantidad y profundidad. A medida que avanza el cuadro clínico, abandonan sus actividades laborales o académicas porque no son capaces de centrarse en ellas.

¿Qué hace una adolescente anoréxica?

– Elimina o sustituye alguna comida del día.

– Consume alimentos básicos de manera insuficiente.

– Sustituye continuadamente agua por otras bebidas con sustancias que alteran la normalidad del organismo.

– Está disconforme con las orientaciones o los consejos de los adultos, especialmente si provienen de la madre.

– Se autoaplica dietas sin ningún control médico.

– Pica entre horas saltándose los ritmos habituales de desayuno, comida, merienda y cena.

– Consume tabaco para paliar la carencia alimentaria, a modo de sucedáneo.

Fuente: doctissimo.es