El poder natural de las mujeres

El impulso al desarrollo de la economía de las mujeres puede implicar un beneficio directo social y al mismo tiempo al medio ambiente, fortaleciendo la construcción de un verdadero desarrollo sustentable

Foto plus.google.com

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Usualmente cuando se habla de la relación que existe entre las mujeres y el medio ambiente, se tiende a pensar que su papel no va más allá del concepto creación o generación de la vida; la madre que provee y cuida su entorno. Las mujeres son la belleza y delicadeza que debe ser protegida, e incluso las condiciones de vulnerabilidad en las que viven son un común denominador mundial.

Sin embargo, no fue sino hasta 1997, en el 41° periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas, donde se decidió examinar el tema referente a la relación entre la mujer y el medio ambiente de manera formal. Se realizó la propuesta de promover la participación activa de la mujer en todos los ámbitos relativos a la influencia del medio ambiente, como puede ser a nivel económico, político, social, de salud, cultura y muchos otros. Para ello, se propuso también el desarrollo de políticas orientada a impulsar y promover estas iniciativas.

Cuando se habla del tan conocido término desarrollo sustentable se hace referencia al desarrollo equitativo de la economía, la sociedad y el medio ambiente. De estos tres, se considera el sector económico representa una de las más viables oportunidades para el crecimiento de las mujeres y el bienestar del medio ambiente.

Por ejemplo, en países como el Salvador, se ha prestado asistencia técnica para la producción de 334.000 arbolitos en viveros comunitarios atendidos por mujeres; o bien, en el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer, en Canadá, proporcionad un crédito a una empres de mujeres que se dedica a la recolecta de residuos en Bamako.

Es así que el impulso al desarrollo de la economía de las mujeres puede implicar un beneficio directo social y al mismo tiempo al medio ambiente, fortaleciendo la construcción de un verdadero desarrollo sustentable.

Con esta nueva visión, donde las mujeres no son vistas únicamente con una perspectiva proteccionista, estereotipando sus actividades en pro del medio ambiente como altruistas o simplemente voluntarias, sino reconociendo su relación de poder, conocedoras, usuarias y consumidoras de los recursos naturales, creativas, propositivas, con iniciativas y aportaciones valiosas que conduzcan al progreso social, económico y ambiental.

Surgen así diversos aspectos en los que se encuentra un potencial de desarrollo para las mujeres: en la división del trabajo y la responsabilidad, participación en el control del uso de recursos humanos u otros cuantos en los que cada mujeres desee participar.

Si quieres conocer más sobre la participación de las mujeres en el desarrollo y conservación del medio ambiente, te recomendamos leer este texto que comparte el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

Fuente: mamanatural.com.mx